Autoridades y ganadores del XXXII Premio Antón Losada Diéguez reivindicaron hoy en Moldes la vigencia y la necesidad de apoyo y promoción de la cultura gallega. Al acto, celebrado a las 12 del mediodía bajo un sol de justicia en el pazo de los Losada en Moldes, asistieron, además de los galardonados Inma López Silva y Xosé Ramón Pena, el alcalde de O Carballiño, Francisco Fumega; el secretario general de Cultura, Anxo Lorenzo; la concejala de Cultura de Boborás, Patricia Torres; el coordinador de Cultura de la Diputación Provincial de Ourense, Manuel Doval; el mantenedor Xosé Manoel Rodríguez; la familia Losada y numeroso público, entre el que se encontraban los escritores Miguel Anxo Fernández, Manuel Bragado y Luis González Tosar, así como el escultor Acisclo Manzano; el presidente del Centro de Estudios Chamoso Lamas, Xosé Luis Sobrado y el presidente del Instituto de Estudios Carballineses, Avelino Muleiro; concejales y concejalas de O Carballiño y Boborás, entre otros. Previamente a este acto tuvo lugar una misa en la capilla románica de Moldes, que fue cantada por la Coral Polifónica del Casino de O Carballiño.
Francisco Fumega destacó el compromiso con la cultura gallega: “El Premio Antón Losada Diéguez -dijo- hace tiempo que viene reconociendo la labor de la creación literaria y de la investigación en Galicia, y este es un motivo de orgullo para quien representamos a las instituciones que convocamos este premio: los ayuntamientos de Boborás, de O Carballiño y la Diputación Provincial de Ourense”. Y añadió: “La cultura es nuestra principal seña de identidad y su promoción es esencial en un mundo cada vez más global. Por eso hace falta ayudarla”.
Anxo Lorenzo felicitó a los galardonados y dijo que el premio dignifica el nombre de la persona a la que se dedica, y que sirve para mantener viva su memoria, recordando una parte muy importante de nuestra historia.
Manuel Doval se refirió a Antón Losada como un hombre que utilizaba la palabra para convencer, y nosotros también tenemos que utilizarla para construir un mundo mejor, dijo.
Xosé Manoel Rodríguez rindió un homenaje a las personas que crearon el premio y a todas aquellas que, desde las instituciones, como mantenedores o como galardonados, fueron crearon su historia a lo largo de los últimos treinta y dos años. Citó a Justo Beramendi, que coordenó una Antología sobre Antón Losada, a Carlos Casares, que se había visto envuelto en una polémica a la que había sido ajeno, a los alcaldes impulsores del premio, Argimiro Marnotes y Cándido Cabanelas, así como a los premiados.
Inma López Silva, que obtuvo el premio en la modalidad de creación literaria, por la novela “Aquellos días en que éramos malas”, resaltó la labor de la promoción de la cultura gallega a pequeña escala como la que suponía este premio, y dijo que hoy se necesitarían algunas figuras como Losada Diéguez. Aseguró que la novela premiada era la más querida, y se lo agradeció a Víctor Freixanes, que la editó, así como la Galaxia, al jurado y a las instituciones que lo convocan. Finalmente, demandó más apoyo e inversión para la cultura.
Xosé Ramón Pena, galardonado en la modalidad de investigación por la obra “Historia de la Literatura Gallega III. De 1916 a 1936”, y que ya había obtenido hace años este mismo premio pero en la modalidad de creación literaria, recordó a Ricardo Carballo Calero, del que se proclamó discípulo y continuador de su obra, para pedir que se le conceda el Día de las Letras Gallegas.
Finalmente, Patricia Torres mostró su satisfacción por honrar a personas como Antón Losada Diéguez o Manuel Chamoso Lamas, promoviendo desde el ayuntamiento de Boborás, conjuntamente con el Centro de Estudios Chamoso Lamas, la divulgación del gran patrimonio histórico y cultural de este ayuntamiento.
Al final del acto se cantó el himno gallego con el acompañamiento de la Banda Escuela de Gaitas de O Carballiño y la Coral Polifónica del Casino de O Carballliño.